martes, 11 de abril de 2017

Los Nuevos Titanes: El Contrato de Judas [RESEÑA]

Correspondencia americana: The New Teen Titans #39-40, Tales of the New Titans #41-44 y Annual #3.

Acercarse a un clásico del cómic, es algo que personalmente me suele dar miedo. Sí, es cierto que si tiene el calificativo de "clásico", es porque su calidad ha sido contrastada por numerosos aficionados, pero por otro lado, los cómics, al igual que las personas, envejecen; y como nos pasa a nosotros, el tiempo pasa por unos mejor que por otros, y lo que en su momento pudo suponer un hito, hoy en día se ve desfasado e incluso infantil.

Así que con todo el miedo del mundo, me puse a leer Los Nuevos Titanes: El Contrato de Judas, gracias a su reciente reedición en la Colección de Novelas Gráficas DC Cómics, de Salvat/ECC.

En un principio, la trama arrastraba hilos de historias anteriores y no parecía nada del otro mundo; un cómic entretenido, del montón, que no me aportaba nada pero se dejaba leer, pero no sé en qué momento, la tortilla da la vuelta, y estoy enganchado totalmente.

Seguramente, la culpa sea de Terra. Terra es, un personaje flipante. Es fría, es egoísta, es cruel y es una sociópata; pero lo mejor de todo, es que los autores no lo esconden ni lo disimulan, la muestran tal y como es, y no se cortan a la hora de enseñarnos que, pese a tener 16 años, fuma y mantiene relaciones con un adulto, pudiendo ser esto un blanco de críticas, ya que la serie tenía un target principalmente adolescente/joven.

Pero si la culpa no es de Terra, entonces es de Deathstroke. Yo llegué a este cómic como recomendación ya que quería leer algo de este personaje, y creo que es todo un acierto, puesto que es el eje de toda la historia, y más allá de su gran apariencia estética (porque un tío con perilla, parche, armadura y espada es imposible que no mole) se revela que su carácter y motivaciones puede que sean lo más atractivo de Slade Wilson.

Y si tampoco es de Deathstroke, entonces seguro que los responsables son los Nuevos Titanes, del primero al último, porque aunque no lleguemos a conocer a algunos demasiado, entre todos constituyen una entidad llena de fuerza; Robin, Kid Flash, Raven, Donna Troy, Starfire, Ciborg y Changeling; como las piezas de un puzzle, todos son distintos, pero encajan a la perfección para mostrarnos algo más grande que ellos solos. Una dinámica de grupo perfecta, donde se ve muy bien qué lugar ocupa cada uno, y qué relaciones se dan entre ellos.

Pero no, los personajes no son lo único bueno que tiene el cómic. La historia en sí es altamente disfrutable, con un cariz dulce de fondo, nos muestra lo peor y lo mejor de cada uno. Te engancha y te lleva sin respiro de una situación a otra, sin concesiones ni paradas. Puede que los diálogos y los cuadros de texto pequen de excesivos en algún momento, falta achacable sin lugar a dudas, a los años que tiene la historia, pero aún así no es algo que se haga pesado como en otras ocasiones y se reduce a situaciones puntuales.

Si a los guiones teníamos al que llegara a ser editor jefe de Marvel; Marv Wolfman, a los lápices, tenemos al celebérrimo George Pérez, conocido por su capacidad para meter infinitos personajes en cualquier viñeta, por lo que un cómic de grupo es un trabajo que le viene como anillo al dedo. Formalmente y en cuanto a narrativa es un dibujante correctísimo, y respecto a su estilo, con su dibujo de contornos, de formas redondeadas y suaves, es complicado que no guste, personalmente, me ha parecido el dibujante ideal para esta historia, y su arte ha sido la compañía perfecta para los buenos ratos que he pasado con esta lectura.

Tras haberlo leído, creo que es una manera ideal de meterse en el Universo DC o en el de los Nuevos Titanes, aunque no sepas nada de ellos (como era mi caso), puedes seguir perfectamente la lectura, que te enganchará, y al final acabarás familiarizado, aunque sólo sea un poco, con todos los personajes que aquí aparecen.

Por cierto, el título de la obra... excepcional.

Los cómics envejecen, pero a este los años le han sentado muy bien.

8/10



Para leerlo en castellano, hay distintas opciones;


Ésta última ha sido la manera en que la he leído yo, creo que es la más fácil, cómoda y asequible de hacerlo, además viene con The Brave and the Bold #54 (1964), la primera historia protagonizada por un equipo de sidekicks (Robin, Kid Flash y Aqualad), que como curiosidad está bastante bien.