Una vez más, el filósofo sideral tiene un nuevo volumen. Antes de empezar, pido disculpas si en algún momento parezco excesivamente enamorado del personaje, o mi reseña no es todo lo objetiva que debiera ser... (Ya empiezo a desvariar, ¿desde cuando una reseña es objetiva?)
Estela Plateada ha sido un personaje de culto ya desde su nacimiento en el año 1966. Ha tenido numerosos volúmenes que nunca despegaron lo suficiente (exceptuando el tercero) y que todos fueron más o menos por la misma senda cósmica, con Estela completamente solo.
Y es que este es el gran hándycap de Estela; siempre ha sido un personaje que ha viaja de uno a otros confines del universo sin nadie con quien hablar o un elenco de secundarios más o menos estable, solo él y su tabla. Por supuesto, esto explota toda su faceta filosófica y reflexiva a base de soliloquios interminables que hacen las delicias de muchos entre los que me incluyo.
Pero la parte más humana de Estela, la parte que solo se puede sacar a relucir con compañía... Esa es más difícil de trabajar, pero el guionista del volumen que nos acontece; Dan Slott, que muchos conoceréis de Spiderman, con una idea en apariencia evidente consigue superar ese obstáculo de soledad que siempre hay que saltar para acceder a Norrin.
Ya en el primer número (Silver Surfer Vol 7 #1) se nos presenta a un nuevo personaje, Dawn que en inglés significa Amanecer. De aquí ya se intuye el doble sentido del título del tomo ¿verdad?.
Advierto que desde ya este primer número el lector va a quedar prendado de ella, una mujer diferente, que nos dibujara una sonrisa en la cara cada vez que aparezca.
La historia en sí, transcurre en un nuevo confín del Universo, que hasta este momento no conocíamos, el Impericon. Todo un planeta alejado de los heraldos para evitar su destrucción, pero que ahora necesita un campeón desesperadamente para poder superar una difícil situación. El campeón que eligen no es otro que Estela Plateada.
Y para que este obligado a luchar por ellos, secuestran a la persona más importante del Universo para Estela, pero cuando le muestran a aquella chica con un traje a lunares... No sabe quién es. Nosotros sí, por supuesto, es Dawn Greenwood, ya hablamos un poco sobre ella más arriba.
A partir de aquí, el tebeo es un derroche de imaginación, donde tenemos dos arcos; el primero, con el Impericon y el segundo con Los Defensores. Personalmente si tuviera que elegir elegiría el segundo; una auténtica delicia.
Si antes decía que a Estela siempre le han faltado secundarios, ahora se le crean unos cuantos; Dawn, su hermana Eve, nótese la total oposición de conceptos, Dawn=Amanecer, Eve=Anochecer, lo que ya nos da una pista que las dos gemelas Greenwood son totalmente opuestas. También se nos presenta al padre de estas, y se crea un nuevo personaje de gran importancia, que pasa a ser una Identidad Cósmica; La Reina Nunca.
Y Konshu sabe que de aquí, puede salir el mejor noviazgo y más bonito de todo el Universo Marvel. Norrin y Dawn... solo ver el panel de Allred con todas las posibilidades futuras y verlos juntos...
Pasando así un poco al tema de conceptos, me gustaría recalcar dos en especial. El primero es la figura humanizada de Estela, Norrin, y la capacidad de pasar de una forma a otra. Ante lo que se pueda creer, esto ya ha sido utilizado con anterioridad; por Matt Fraction en el último volumen de Los Defensores (http://www.universomarvel.com/fichas/dfp_v1.html). El otro concepto es la dotación de conciencia a la tabla, que ahora parece una especie de mascota. Personalmente me ha encantado. Sublime.
La otra historia que se incluye, el All-New Marvel Point One es ya en el futuro sin determinar, y se ve una aventura muy bonita de Estela y Dawn en un planeta acuático, y vemos que la serie va a dirigirse a todos los sitios en los que no ha estado Estela, y siempre con la compañía de Dawn.
Pasando ya a las personalidades de la obra, ya he mencionado que el trabajo de Slott me parece magnífico. Ahora paso al de Michael y Laura Allred (dibujo y color, respectivamente).
Para este punto, recurriré al utilizadohastaelhastío diálogo de Marea Roja en el cual se discute sobre cuál es el Estela Plateada definitivo, si el dibujado por Jack Kirby o el de Moebius. Personalente no tengo dudas; ninguno de los dos, el definitivo ha sido, es y siempre será el de John Buscema. Pero Allred no opina igual, y tiene claro que para él es el de Kirby. Siempre ha tenido este peculiar estilo pop, que recuerda al de Kirby, pero en este cómic todavía es más notable esta influencia. Personalmente, me parece un trabajo excelentísimo el que realiza, por encima del de Kirby, y la composición de viñetas y narración es de ensueño. También chapeaú por todos los lugares cósmicos y los alienígenas, toda una creación digna de un gran artista. Y Laura... esos colores son magníficos, de veras, influyen muchísimo en el resultado final.
Pues desde Álter-Ego, recomiendo a cualquiera que se compre el tomo y lo triture, disfrutará sin parar. Esta serie es de las más frescas de toda la Marvel actual, y de aquí a unos años la veo ya con la consideración de clásico.
D'ast!